Sus primeros contactos con la españoles fueron de forma pacífica, llegando a convertirse en aliados. En vista de su actitud son considerados por los reyes de España <<Indios de la Real Corona>> nunca fueron sometidos al régimen de encomienda ni a la paga de tributos .
En el año 1528, por órdenes de la cacica lsabel , defienden la ciudad de Nueva Cádiz de ataques piratas franceses . Participan durante el proceso de conquista de tierra firme, en el 1555 el mestizo Fajardo ( hijo de la cacica Isabel) contó con 100 indios Guiqueries en la conquista de la costa central. Cuando Diego de Losada conquista a Caracas , lo acompaña el capitán Juan de Salas, vecino de Margarita , llevando consigo un centenar de indios Guiqueries .
El Rey los considera como :
"Caballeros y nobles", por merced que su majestad le ha hecho por lo bien que han servido con fidelidad y lealtad en todas las ocasiones que se le han ofrecido >> .
Según el censo hecho el 1757 por el gobernador de Margarita Alonzo Del Río y Castro , se registraron 1484 Guiqueries de los cuales 363 son cabezas de casa; 244(67,21%) estaban dedicados a la pesca y solo el 29 estaba dedicado a labranza. El resto , 73 no declararon ningún oficio. 1 era carpintero, 10 militares y 6 marineros .
En el año 1800 , Alexander Von Humboldt señala:
< Los Guiqueries pertenecen a la tribu de los indios civilizados que habitan en las costas de Margarita y los arrabales de la ciudad de Cumana .(...) Gozan de varios privilegios , en razón que desde los primeros años de la conquista permanecieron fieles amigos de los Castellanos . Por eso el rey de español en sus células "Sus caros, nobles y leales Guiqueries ".
< Su constitución anunciaba una gran fuerza muscular. De verlos a lo lejos inmóviles (...) Se les hubiese tomado por estatuas de bronce>
Son extinguidos después de la independencia.
En el 1881, el historiador Andrés Leve cita:
<Actualmente, no queda en Margarita ningún ejemplar de esta raza pacífica y laboriosa que constituyó una parte importante de la nación indígena de Venezolana>
Autor: Emilio Acosta
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